Llega el buen tiempo y empieza a apetecer tomar alguna cosita fresca a media tarde. Bueno, puede ser a cualquier hora, pero parece que así, un poquito en plan merienda viene bien un buen batido.
Yo los hago de cualquier fruta que me guste, pero los he probado principalmente de fresa, de manzana golden y de plátano y están todos riquísimos.
Para hacerlo de fresa, por ejemplo, utilizo un yogurt ó 2, dependiendo de si es solo para mí o lo van a tomar más personas. Le pongo unos cuantos fresones, entre 5 y 7. Ya sabeis que los tamaños pueden ser tan dispares...
Corto la fruta a trocitos y lo pongo en el vaso de la batidora y le añado el yogurt. También le añado un poquito de sirope de ágave y le paso la batidora.
Con muy poquito esfuerzo, enseguida tendremos un batido riquísimo.
Si lo hacemos con fruta fresca y el yogurt recien sacado de la nevera, estará bien fresquito para consumir, y si no, pues se puede dejar un ratito en la nevera.
Si se quiere hacer más cremoso y suave, se le puede añadir un poquito de crema de leche de soja (o de cualquier otro tipo como de espelta o avena), y batir un poquito más.
Con la manzana hago lo mismo, pero en este caso es preferible, hacerlo y consumirlo, ya que la manzana se oxida y podría quedarnos un batido más oscurito.
Lo ideal en este caso sería tener la manzana en la nevera y hacer el batido para consumir a continuación.
Con el plátano creo que no tendríamos problema, pero no lo he comprobado. No le dí tiempo a que tuviera ningún tipo de reacción.
Si se quiere, se pueden mezclar sabores, pero a mí es que éstos en concreto me gustan mucho tal cual.
Con estos batidos se podría “fabricar” un helado. Pero esa es otra receta que ya veremos.
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